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martes, 15 de febrero de 2011

¿Por qué se contagian los bostezos?



Hace unos años, un amigo me dijo... "Y tú que eres psicóloga... ¿por qué se contagian los bostezos?". Yo pensé, otra vez se han creído que soy bruja en lugar de psicóloga...
Ahora quiero compartir con vosotros que existen unas neuronas en nuestro cerebro (concretamente en la circunvolución frontal inferior y el lóbulo parietal) que se encargan justamente de eso, de todo aquello que se nos "pega" y sentimos o hacemos como si fuera nuestro: LAS NEURONAS ESPEJO.

La pregunta es obvia ¿¿¿para qué???
Pues resulta que existen numerosos estudios sobre esta actividad cerebral. Las principales funciones que se les atribuye son:
  • Entender la acción, es decir, saber qué está haciendo el que tenemos delante (lo que tranquiliza bastante)
  • Entender la intención, por ejemplo cuando alguien está bostezando delante de ti
  • Imitar, aprender
  • Entender e imitar emociones básicas. Es por eso que somos capaces de entender y sentir lo que el otro siente... Esa es la base de la empatía emocional, algo absolutamente necesario para adaptarte a la sociedad en la que vivimos. Piensa qué pasaría si no te dieras cuenta de que con lo que estás diciendo estás hiriendo a quien tienes delante, si lo contaras igual que si estuvieras contando un chiste. Si ya es difícil tener amigos, las relaciones se complicarían mucho más.
Estas neuronas son innatas y no exclusivas del ser humano, como manifiestan muchos estudios con macacos.
Según un estudio de Rizzolatti (Università di Parma), pionero en el estudio de esta actividad cerebral, fue el mecanismo neural básico para el desarrollo del lenguaje en el ser humano.

¡A lo práctico! Estas neuronas se encargan de ponernos en evidencia cuando estamos mirando a alguien que se pone a bostezar, también de que nos toquemos el pelo cuando lo hace el otro y una gran cantidad de comportamientos que nos sorprendemos haciendo exactamente igual que alguien.

O sea que cuando juegas a tocarte la nariz o a hacer como si te limpiaras la boca y observas cómo el que tienes delante hace exactamente lo mismo (sin darse cuenta), ¡estás jugando con sus neuronas espejo!

¡No está mal estimular!
¡Juguemos!



* Rizzolatti, 2005. The mirror neuron system and its function in humans.
Anatomy and Embryology. Vol. 210, núm. 5-6, 419-421.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Año nuevo, ¿vida nueva?




¿Crees que con el año nuevo cierras algo y empiezas algo nuevo?

Hablando sobre la navidad, me di cuenta de que percibimos los ciclos de forma diferente: unos creen que la navidad (o el año nuevo) deja atrás unos proyectos y propone unos nuevos, otros creen que eso lo hace el curso académico y otros, (entre los que me incluyo) creemos que todo es un continuo. Entonces, me parece interesante pensar en los propósitos...

A mi me angustia pensar en los propósitos de los que creen que se quedan atrás por cambiar de año, ¿dónde dejáis esos proyectos que se quedan atrás? ¿estarán perdidos en el espacio? ¿los encontrará alguien y tendrá que cumplirlos?, en serio, ¿los dejamos atrás únicamente porque cambiamos de cifra en la fecha de los papeles que escribimos? ¿o es que nos hemos rendido, cansado o no queremos pensar más en ellos...?
¿por qué los nuevos van a ser diferentes?

Vivimos en una sociedad dedicada al placer inmediato; a "lo quiero, lo tengo"; a si lo puedo conseguir con poco esfuerzo/tiempo, mejor; a lo urgente... ¿y lo importante? "si no es urgente, no me da tiempo". Por lo tanto defiendo profundamente que uno debe tener objetivos y metas PERO ¿porque cambiamos de año?

Me gusta pensar que mis objetivos y mis propósitos surgen de una necesidad o inquietud personal y no por el cambio de año.

Tengo que decir que, si es la navidad el momento que eliges para parar tu actividad urgente y reflexionar sobre lo importante, ¡genial! Entonces te ayudarán las pautas de motivación y saber que un gran propósito debe tener pequeños objetivos tan claros que puedas decir claramente si los has conseguido y en qué momento... Por lo que "ser feliz" no es un buen objetivo, en cambio "sonreír 10 veces al día" sí. También es interesante tenerlos escritos y marcarlos al haberlos conseguido. Por último ponte fechas... o de lo contrario parecerá más importante lo que tiene fecha de caducidad (que no suelen ser los proyectos personales).

¡¡Feliz Navidad!!

domingo, 17 de octubre de 2010

Nuestro sistema de alarma




Nuestro cuerpo posee un estupendo sistema de alarma: el dolor.
Éste nos avisa de un peligro para nosotros y es el motor perfecto para evitarlo (cuando me estoy quemando, por ejemplo, aparto rápidamente la mano). Además el dolor es procesado por nuestro cerebro, por lo que somos capaces de aguantar ese dolor si es para algo que nos hace bien o nos gusta (por eso somos capaces de hacernos un tatuaje entre otras cosas).

Esto nos indica que el dolor es bueno, nos avisa de una amenaza para nuestra integridad. Sin embargo, cuando el dolor no nos sirve para sobrevivir a una situación peligrosa o dañina, se convierte en algo molesto en lo que se centra nuestra atención.

El dolor crónico afecta a un 11% de los españoles, siendo la duración media de 9 años. Este problema afecta a la calidad de vida y a muchos ámbitos de quien lo sufre: estado de ánimo, sueño, fatiga, irritabilidad... En este blog hablaremos de su influencia en el rendimiento cognitivo.

Los pacientes con dolor crónico refieren quejas de memoria y del rendimiento cognitivo general. Los estudios demuestran déficits en:
  • memoria de trabajo o el almacenamiento temporal de información que vamos a emplear y manipular durante un periodo corto de tiempo
  • memoria a largo plazo
  • Atención
  • Velocidad del procesamiento de la información
¿Qué menos, pensando que el dolor es algo que ocupa nuestra mente y nos hace pensar que estamos en peligro?

Sin embargo, todo esto son capacidades que se pueden mejorar con rehabilitación cognitiva o talleres de memoria, atención, concentración...

La conclusión es la de siempre: ¡Intentemos mantener nuestra mente activa!




miércoles, 29 de septiembre de 2010

Recordamos cómo ir en bicicleta después de años y nos cuesta recordar qué comimos ayer...





¡Así de caprichosa es nuestra memoria!

Nuestra memoria es tan compleja que tenemos muchas clasificaciones para ella, sin embargo hay una que me parece muy curiosa: la memoria implícita Vs explícita.

Ryle (1949) describe muy bien esta clasificación: saber cómo (memoria implícita) y saber qué (memoria explícita).

La memoria implícita es aquella que almacena información abstracta, que implica un aprendizaje complejo, nos ayuda a tomar decisiones y solucionar problemas. Es tan compleja que muchas veces no somos capaces de explicar cómo lo hacemos. Se refiere a procedimientos. Por ejemplo, hablar, ir en bicicleta, caminar... ¡Es difícil explicar a alguien cómo debería hacerlo!

En cambio la memoria explícita corresponde a la información que almacenamos de forma mucho más consciente, son conceptos. Así recordamos nuestra infancia, la información que estudiamos o lo que vemos, oímos... nuestras experiencias.

Es curiosa nuestra memoria...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Síndrome postvacacional o el resultado de nuestro afán por poner nombres




Después de unas buenas vacaciones (véase cierto rencor) y debido a nuestro gracioso afán por poner nombres a las cosas, nos encontramos con el Síndrome Postvacacional (además de mucho trabajo retrasado).

Sí, es verdad que existe un conjunto de síntomas por haberlo pasado bien, descansar todo lo que uno necesita y luego volver al trabajo: tristeza, cansancio, aburrimiento, bajo rendimiento (en términos médicos astenia y debilidad generalizada).

En realidad, lo único que está pasando es que nos cuesta adaptarnos a los cambios (sobre todo si no se trata de hacer lo que uno quiera en todo momento). Por lo que cuanto más largas las vacaciones, peor. Pasa lo mismo si no descansamos durante las vacaciones.

Cosas que podemos hacer:
  • Ir adaptándonos poco a poco al horario laboral, es decir que antes de que terminen las vacaciones empecemos a levantarnos y a acostarnos antes o no dormir la siesta, por ejemplo (ya sé que nadie lo pensaba hacer, así que por eso lo he escrito tan tarde)
  • Hacer descansos a lo largo de la jornada
  • Empezar por lo que más te guste (dentro de las urgencias)
  • Proponerte metas o nuevos objetivos que te motiven
Pero sobre todo recuerda:
  • Que has podido tener unas vacaciones estupendas
  • Lo que te gusta de tu trabajo

A veces nos quejamos por vicio... Lo cual no está mal, pero es bueno recordarlo.


¡Espero vuestras quejas!

domingo, 29 de agosto de 2010

"Pre ocupaciones" y otros pensamientos estériles




¿Quieres seguir pensando en lo que estás pensando?

Nuestro pensamiento no es tan eficaz como nosotros creemos: cometemos errores al sacar conclusiones, se nos ocurren cosas absurdas... Y eso no lo podemos controlar. ¡Eso sí! En tus manos está el seguir pensando en ello o cambiar ese pensamiento.

A veces queremos preocuparnos, o seguir pensando en algo que nos hace daño... Tenemos la creencia de que es positivo preocuparse, debemos pensar que si nos preocupamos por algo, no sucederá o lo tendremos más controlado. De hecho, existe un estudio de Dugas et al. (2004), que evaluó las creencias positivas sobre las preocupaciones en gente sin problemas psicológicos. Los motivos principales para preocuparse fueron: motivarse para hacer las cosas; definir, prevenir o evitar sucesos negativos; prepararse para lo peor y resolver problemas. Lo cual nos da una idea de lo erróneo de nuestras creencias o ¿acaso si me preocupo porque mi hermana llega tarde y venía en moto puedo prevenir un accidente? o ¿necesito pensar que algo malo va a pasar para movilizarme y conseguir lo que quiero?

Cuando vemos un problema nos ponemos manos a la obra, pero ¿es ese problema real o va a existir en algún momento y lo puedo solucionar o evitar preocupándome ahora?

No es muy útil pensar en los problemas antes de que ocurran, todo tiene su momento. De la misma forma que amargarse la vida no es la mejor solución, ni para motivarse ni para que no ocurran los sucesos negativos. En cambio pensar esas mismas cosas en positivo o distraerse, va a mejorarnos la existencia y nos va a orientar a la solución.

Existen técnicas profesionales para cambiar esta forma de proceder, pero si tus preocupaciones no suponen un problema y quieres una ayuda:
  1. Date cuenta de que estás teniendo una preocupación, te estás "pre ocupando" por algo que puede que pase, que lo que piensas no es un problema que exista ahora y plantéate si quieres seguir pensando en esto.
  2. Si decides que quieres seguir pensándolo pero no es el momento, te será muy útil una libreta, donde puedes apuntar aquellas cosas de las que te quieres ocupar en otro momento (porque ahora es momento de dormir, de trabajar o de hacer lo que quieras).
  3. Cuando lo vayas a pensar, toma una decisión, cúmplela y deja de obsesionarte con un pensamiento estéril.
  4. Si has decidido dejar de pensarlo, lo mejor que puedes hacer es dejarlo pasar, pensar en otra cosa y distraerte. Lo haces con miles de pensamientos a lo largo del día, se te ocurren muchas cosas que descartas directamente, ¿por qué no haces lo mismo con este pensamiento?
Recuerda: Si empieza por "¿Y si...?" piénsatelo dos veces antes de continuar la frase...

martes, 24 de agosto de 2010

La inteligencia de los taxistas




Hace ya diez años, en un estudio de la University College of London, Maguire et al. (2000), revelaron que una parte del hipocampo (región del cerebro que recibe su nombre por su forma de caballito de mar) de los taxistas de Londres es mayor que la de la población general. Y que cuantos más años de profesión, mayor es la diferencia. Esto se debe al aprendizaje del plano de la ciudad y al ejercicio de su habilidad para elegir el mejor camino (para él o para ti) año tras año.
La inteligencia espacial no es exclusiva de los taxistas: jugadores de billar, controladores aéreos, pilotos, futbolistas, arquitectos, diseñadores, ingenieros, escultores,... todos ellos tienen en común la habilidad para percibir las relaciones entre las formas y los objetos en el espacio.
Todos empleamos esta capacidad para ir de viaje, aparcar, ir a un sitio al que no solemos ir, cuando recogemos nuestro coche de donde lo hayamos aparcado...

Esta habilidad, como todas, se puede ejercitar y mejorar de forma divertida:
  • Acostúmbrate a los mapas, no se lo des a quien mejor se le da. Sitúate, piensa dónde está el norte, el kiosko... Mira hacia atrás, hacia arriba... ¡no te limites a lo que tienes justo delante!
  • Los juegos de mesa como el ajedrez, las damas, un rompecabezas, garabatear o el tangram son útiles
  • ¡Los videojuegos! Ahora existen muchos juegos de "entrenamiento cerebral", pero hay muchos otros (sobre todo de estrategia) que ejercitan esta habilidad (Grand Theft Auto, entre otros)
  • Juegos y deportes como fútbol, el billar, el baloncesto
  • Hacer planos de las casas que conoces, que te acaban de enseñar o que te gustarían
  • Por último propongo los laberintos e incluyo un link a una web con algunos de ellos (no os dejéis llevar por la primera impresión: los hay para niños pequeños, pero cualquier niño experto lo haría mejor que nosotros...). El laberinto es además un buen ejercicio para concentrarnos
Tu cerebro crece y te hace más hábil ¡si lo ejercitas!